jueves, 29 de mayo de 2014

¿Se puede enseñar sin que sus estudiantes aprendan?

Si es posible, cuando un profesor planea sus clases sin tomar en cuenta los intereses de sus alumnos, o sus conocimientos previos, sus estilos de aprendizaje, sus inteligencias, cuando el objeto de aprendizaje está descontextualizado, etc… es muy probable que sus estudiantes no aprendan, porque el profesor puede realizar una gran actuación, realizar su mejor esfuerzo frente a sus estudiantes, pero sólo quedará en eso, una gran actuación frente a un público, como en una película que no tuvo ningún interés y después nadie recuerda.

Desafortunadamente aún existen ese tipo de docentes que alucinan impartiendo sus clases durante los 55 minutos de su horario con técnicas expositivas, terminan con ese grupo pasan al que sigue y al que sigue, repitiendo la misma clase y no interactúan con sus estudiantes, ni se dan cuenta si pusieron atención o sólo estaban callados haciendo la tarea de la siguiente materia o haciendo dibujos o versitos para sus novias e incluso hoy con la tecnología estar presentes físicamente bien sentaditos, pero ausentes escuchando música de su Ipod, celular, MP3 … y el profesor ni cuenta se da; cree que cumple con su trabajo de enseñar pero no verifica que sus estudiantes hayan aprendido.

El alumno que estudia para aprender

Fuente: www.mundolibertario.org
Fuente: www.mundolibertario.org
Poner en valor a un alumno por lo que académicamente rinda es algo realmente estúpido en un sistema evaluador como el que existe actualmente. Ser capaz de arruinar la vida a alguien porque no sabe gestionar el tipo de exámenes con los que se va a encontrar es algo que merecería ser tratado en profundidad.
Conforme uno se va haciendo mayor e intenta recordar lo que fue su juventud se encuentra con la incapacidad de estudiar para aprender. Con la necesidad de, con el menor tiempo posible, conseguir sacar la mejor nota en una asignatura. Algo que no se consigue estudiando. Algo que se consigue memorizando y sabiendo las estrategias a la hora de elaborar los exámenes que tiene el docente que te va a evaluar. Eso no es aprender. Eso es cubrir el expediente para tus necesidades puntuales.
Los exámenes no ayudan a aprender. Los exámenes ayudan a elaborar estrategias para aprobarlos. Aprobar, no lo olvidemos, jamás está relacionado con el aprender.
¿Quién no conoce casos de esas facultades cuyos exámenes, año tras año, van repitiendo algunas preguntas en los mismos? ¿Quién no tiene una lista elaborada de esas preguntas o problemas con sus soluciones que se pone a estudiar con la esperanza de que, como hace habitualmente el docente, los repita en las pruebas de ese año? ¿Quién es capaz de decir que el objetivo básico de uno cuando se presenta a un examen sea el valorar su aprendizaje? ¿Quién es el estúpido que prioriza el aprender por delante del aprobar?
Seamos sinceros… la sociedad exige un tipo de profesionales concretos con determinadas habilidades mientras que los centros educativos exigen un tipo de alumnos que sean capaces de superar (o aprobar) unos determinados exámenes. En ningún momento se exige que el alumno aprenda o sepa. Tan sólo que, sea lo suficientemente inteligente, para haber conseguido pasar una carrera de obstáculos complicada, donde demuestra su capacidad de gestionar esos resultados académicos.

lunes, 23 de diciembre de 2013

El Profe

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo.
Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:

- Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora.
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:
- Cuando alguien te ofrece algo que no quieres, ¿lo recibes?
El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
- Por supuesto que no – contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.
- Bueno, – prosiguió el profesor -, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
- No entiendo a qué se refiere. – dijo el alumno, confundido.
- Muy sencillo, – replicó el profesor -, tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
Muchacho, – concluyó el profesor en tono gentil -, tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa.
Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.

Cada día, en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.
Si te ofrecen envidia, rabia e insultos y decides no aceptarlos, continurán perteneciendo a quién los llevaba consigo.

Matemática de los 60

Comparto esto que encontré en mi correo: ¿Qué opinas?

La semana pasada compré un producto que costó $ 158. Le di a la cajera $ 200, busqué en el bolsillo $ 8 y se los pasé para evitar recibir más cambio cuando me diera el vuelto. La cajera tomó el dinero y se quedó mirando la máquina registradora, aparentemente sin saber qué hacer. Intenté explicarle que ella tenía que darme $ 50 de cambio, pero ella no se convenció y llamó al gerente para que la ayudara. Tenía lágrimas en sus ojos, mientras que el gerente intentaba explicarle y ella aparentemente continuaba sin entender.

¿Por qué les estoy contando esto?
Porque me di cuenta de la evolución de la enseñanza desde 1960 y de las condiciones actuales que se manejan en muchas escuelas públicas y peor en las privadas, tanto en el ámbito académico como en el trato a los alumnos, ahora los NENES, nunca pierden el año, aparte de inoperantes son "intocables", aportando las instituciones educativas generaciones déspotas y nefastas a la sociedad.

 Vean cómo fue el cambio en el área matemática, los ejemplos eran así:

1. Enseñanza de Matemáticas en 1960:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es igual a 4/5 del precio de la venta.
¿Cuál es la ganancia?

2. Enseñanza de Matemáticas en 1970:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es igual al 80% del precio de la venta.
¿Cuál es la ganancia?

3. Enseñanza de Matemáticas en 1980:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es de $ 80.
¿Cuál es la ganancia?

4. Enseñanza de Matemáticas en 1990:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es de $ 80. Escoja la respuesta correcta que indica la ganancia:
( ) $ 20 ( ) $40 ( ) $60 ( ) $80 ( ) $100

5. Enseñanza de Matemáticas en 2000:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es de $ 80. La ganancia es de $ 20.
¿Es correcto?
( ) Si ( ) No
6. Enseñanza de Matemáticas en 2010:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es de $ 80. Si Ud. sabe leer coloque una X en los $ 20 que representan la ganancia.
( ) $ 20 ( ) $40 ( ) $60 ( ) $80 ( ) $100

7. Enseñanza de Matemáticas en 2013:
Un cortador de leña vende un carro de leña por $ 100. El costo de producción de ese carro de leña es de $ 80. En Google encontrará que la respuesta es $ 20. Copia y pega la respuesta...

lunes, 25 de noviembre de 2013






Estampa Aguaruna


Ellos viven donde viven las boas, donde los árboles estrechan sus brazos fraternalmente, donde los ríos son las venas que alimentan la fertilidad de la tierra, donde la tierra es la madre y la razón de la existencia.


Las apacibles aguas de las cochas reflejan el temperamento del cielo, los riachuelos de aguas cantarinas después de serpentear por el bosque y descender numerosas cataratas por las colinas se unen a los  ríos. Los ríos al convertirse en navegables son las principales vías de comunicación que son fuentes de pesca. En las orillas la tierra es  fértil. Abundan el plátano, el  caimito, la guaba, el  shimbillo, el ungurahui y el pijuayo. Allí en medio a esa exuberancia los nativos viven saboreando el  agridulce del taperibal, el néctar de las papayas y guanábanas o el sabor áspero del mango verde, del zapote y de la agua de coco.

La naturaleza selvática es más exótica  con los colores de las orquídeas que regalan su néctares a las numerosas especies de abejas y colibríes  y los tiernos  cogollos de las palmeras donde danzan las hormigas. Allí las hierbas cubren de verde cada centímetro del suelo;  las lianas trepan juguetonas de rama en rama, sirviendo de columpio a las maquizapas;  donde las orquídeas y los nidos compiten el regazo de un árbol o la canción de cuna de los grillos. Allí los otorongos rugen y se enseñorean en el  reino poblado de criaturas aladas y cantores misteriosos.

Cada día de  existencia se dibuja en los oleos del amanecer. Cuando el día se marcha enciende el bosque  en fuegos de colores de artificio que arden sin consumir. Allí  las estrellas y la luna dan gloria a la noche. Los ríos son   venas que recorren el bosque, las cochas son madres que paren a los espíritus y deidades  de las leyendas. Allí los valles y colinas  duermen al ritmo del concierto  de grillos y ranas  que  invaden la noche para elevar sus cantos a la luna. Allí en la foresta se lamenta el Ay, Ay Mama,  se pasea el Chullachaqui,  relincha la Runa Mula. Allí el búho filosofa noche a noche la suerte del planeta.

Allí se preguntan por que las  lágrimas negras son tan codiciadas por el progreso que es  sinónimo de enfermedades, de  muerte y destrucción  para el bosque.

El espíritu del bosque es indómito guerrero que luchará y castigará a los asesinos de su estirpe. No se sometieron a los  Incas, ni siquiera a los Conquistadores, menos a los arcángeles del falso progreso. Defenderán su cultura y sabiduría ancestral con  valentía y humildad.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Expertos de la educación dicen que los mejores alumnos son los que se equivocan



Los mejores alumnos, que también pueden sacar altas calificaciones en matemáticas, lengua y ciencias en las evaluaciones de PISA siguiendo la estela de Finlandia o Corea del Sur, son los que se enfrentan a los problemas, tropiezan, se equivocan y se adaptan a las circunstancias. Así lo creen dos gurús de la educación como la periodista Amanda Ripley y Gregory Cajina, quien ha sido asesor en materia de enseñanza para el Gobierno de Alemania: Estos expertos consideran que hay que enseñar en el aula a experimentar, a resolver los problemas y fomentar la creatividad. No basta con memorizar los contenidos y estudiar mucho, sino que hay que promover la confianza, la autonomía y la idea de que la cabeza es la mejor herramienta para buscar lo que se necesita y adaptarse a los problemas.

La escritora Amanda Ripley, autora de 'The smartest kids in the world' (Los niños más inteligentes del mundo) comprobó cómo la experiencia de viajar, enfrentarse a otros entornos y aprender de ellos potencian el aprendizaje. Cuenta la historia de tres estudiantes estadounidenses, Kim, Eric y Tom, que se desplazaron a países muy distintos: Finlandia, Corea del Sur y Polonia.

"Sus historias, y después de investigar el aprendizaje de otras culturas, revelan un patrón de transformación sorprendente. Hace pocas décadas, estos países no despuntaban por tener en sus aulas a niños muy inteligentes. Pero cambió el panorama. La enseñanza se volvió más rigurosa, los padres se centraron en las cosas que importaban y los niños se implicaron en la educación", escribe la autora.

El secreto, tras seguir la evolución de los tres adolescentes y los modelos educativos de estos países, es que se les enseña a los alumnos habilidades de pensamiento crítico, en todas las disciplinas, como matemáticas, ciencias y lectura "No estaban simplemente memorizando los hechos, sino que estaban aprendiendo a resolver problemas y adaptarse. Es decir, se estaban entrenando para sobrevivir en la economía moderna".

Gregory Cajina, autor de 'Rompe tu zona de confort', piensa también que en el aula se debe permitir que el alumno utilice el conocimiento y la deducción para resolver los problemas. En una entrevista a ABC, sostiene que "el colegio aquí atornilla a los niños a la silla", mientras que en Alemania a educación está orientada a la autonomía y fomentar la experimentación y la creatividad.

En su opinión, en España se sobreprotege a los niños. "Un niño tiene que hacerse daño para aprender a cuidarse de sí mismo y aprender a arriesgarse, a levantarse, a sacudirse el polvo y a recomponerse cuando se le pierden las canicas o las chapas".

Cajina no es partidario lo que una persona debe hacer, pero sí penalizar lo que no se hace. También, piensa que hay que involucrar emocionalmente al adolescente en sus objetivos.


El periodista Andrés Oppenheimer analiza en el libro '¡Basta de historias!' modelos educativos que han permitido a sus países progresar en el desarrollo económico y social. En el libro se exponen las recetas para una educación 10, como la implicación de los padres, la excelencia del profesorado, la cultura del esfuerzo y la autonomía de los centros.
Rasgos en conducta de niños pueden indicar una futura personalidad psicópata, advierte especialista




Advierten sobre problemas de conducta y crueldad contra animales: Severos problemas de conducta en contra de las demás personas en el colegio o en el hogar, mentiras frecuentes, crueldad con animales o destrucción de la propiedad privada son algunos de los rasgos en la niñez que pueden indicar un futuro problema de psicopatía en la juventud o adultez. 

Esta afirmación la hizo la doctora Cecilia Eguiguren Li, directora del Hospital Víctor Larco Herrera, especializado en salud mental; precisó que si bien esos rasgos no son determinantes para señalar con certeza que se está frente a una persona psicopática, los padres deben estar alerta si los observan en sus hijos. 

"El psicópata se caracteriza por la falta de expresión de afectos y de empatía con el prójimo, no le afecta el dolor ajeno, guarda rencor por cualquier motivo; da muestras de una conducta agresiva sin medir las consecuencias", señaló la especialista. 

Agregó que los individuos con personalidad psicopática en ocasiones tienen una mala interpretación del trato que consideran se les debe dar porque creen que se merecen todo y que todo es primero para ellos. 

"Muchas veces esta conducta se forma cuando los padres optan por los extremos en la formación de sus hijos o hijas: o son muy rígidos, castigadores y privan de cosas con ellos/as, o son muy permisivos, sobreprotectores y satisfacen todos los caprichos", mencionó. 

Eguiguren Li recomendó a los padres de familia evitar estas situaciones extremas y mantener la autoridad como padre o madre, con premios o sanciones para los hijos/as cuando realmente se merecen premio o castigo. 

"Si se porta bien o cumple con sus deberes es bueno recompensar su esfuerzo y conducta. Por el contrario, si hace algo que amerita sanción los padres deben ser firmes y hacerles saber que cuando las cosas no se hacen de manera correcta hay consecuencias, pero en ningún caso se debe recurrir a la violencia", sentenció. 

Dijo que si los padres sienten que no puede manejar la situación deben acudir todos (los padres y el hijo o hija) a un especialista en salud mental para recibir la ayuda necesaria.